miércoles, 22 de enero de 2014

Novela

Nuevas metas 
Chapter 5   
Al llegar al aeropuerto me voy directa a comprar un boleto, joder que caros son. Y yo que estoy sin dinero, no importa. Llegando a mi nueva ciudad haré todo lo posible por encontrar un nuevo trabajo.
Todavía falta un poco para abordar, así que paso un rato en la librería. No lo he mencionados ¿verdad?, tengo una gran pasión por los libros. ¡Joder! mis libros. Todos están en la casa. Bueno creo que ya encontré una razón para regresar.
Miro los libros un rato, me lamento de no tener el suficiente dinero para comprar más libros, pero al final me decido por "Diario de una pasión". Si porque yo soy así, sufro por amor, y me compro un libro de romance.
Llaman a mi vuelo a abordar y me voy directa. Sin mirar atrás, sin pensarlo más de una vez.
Me esperan alrededor de 5 horas de vuelo. Lo mejor que pude hacer fue comenzar mi libro y dormir. Necesitaba dormir, y a diferencia del otro día mi subconsciente no me atacó con imágenes de mi pasado.
Al llegar New York salí por la puerta grande del aeropuerto hacia un nuevo futuro que nadie podía escribir. Solo yo.
-¡Taxi!- grite, y se detuvieron como 5, aquí tengo taxis para escoger.
Me metí en uno y le di la dirección de la casa de mis padres. Solo había estado aquí alrededor de 3 veces, pero cada vez que vengo es una cosa impresionante. Miro eso edificios que amenazan con rosar el cielo. Toda la gente metida en sus propios mundos, ajenos a los que pasa a su alrededor. La verdad es que ver a New York en todo su esplendor, a la hora pico, es todo un espectáculo. Puedes aprender tanto de personas que no conoces.
Mi gran viaje llega a su fin y llego a mi destino, tengo miedo, pero lo tengo que hacer.
Pago al taxista y salgo de él. Veo la casa de mis padres, e inconscientemente se me dibuja una sonrisa en la boca. No hay otra cosa para aliviar mi depresión como estar alrededor de la gente que me quiere.
Recorro el camino hacia la puerta principal, y con la mano un poco temblorosa toco el timbre. Suena la agradable cancioncita del timbre y a lo lejos se escucha:
-Robert, puedes abrir, estoy ocupada en la cocina- de inmediato reconozco la voz de mi madre. Aunque es muy obvio porque nadie más vive en esa casa.
-Claro cariño- le respondió mi padre. Me encanta como se llevan mis padres siempre tan cariñosos ellos.
Mi padre abre la puerta y no puede esconder su cara de asombro.
-¡Dani!- gritó y me abrazo lo más fuerte que pudo.
-Hola papá- de dije.
-¿Que estás haciendo aquí?
-Bueno necesitaba cambiar un poco de aires y aquí me tienes en la puerta de tu casa.
-¿Y David?- me dijo. Gracias papá por meter el dedo en la herida.
-¿Quién es Robert?- preguntó mi mamá asomándose a la puerta. Dándome un poco de tiempo para pensar en la respuesta a mi papá, o por lo menos a para distraerlo un poco y tratar de que se le olvide su pregunta.
-¡Dani!-gritó y salió corriendo a la puerta. Llego lo más rápido que le permitieron los tacones y me abrazo fuerte, muy fuerte. Al separarme de ella pude ver unas lágrimas en sus ojos, pero no hice caso de ellas. No quería comenzar a llorar en ese momento.
-Pero pasa Dani, entra ¿no traes equipaje?-dijo mi mamá aventándome adentro de la casa
-La verdad es que no mamá, mi partida fue muy rápida y no pude tomar mis cosas- le dije.
-¿Y David?- repitió la pregunta mi papá.
-Bueno, esa es una de las causas por las que estoy aquí. David y yo nos vamos a separar- si ya lo dije, no fue tan difícil después de todo, de echo al decirlo me percaté de que no me entristecía, sino que me daba rabia pensar que fue una tonta y no me di cuenta antes.
Las caras de mis padres fueron reflejo de dolor y sorpresa.
-Pero ¿por qué?- preguntó mi mamá.
-Les importa si antes descanso un poco y luego hablamos del tema, fue un viaje largo y no he dormido bien estos días- les dije esperando que me dieran un poco más de tiempo para preparar mi discurso.
-Si claro pequeña, descansa un poco y ya hablaremos más tarde de esto- me dijo mi papá soltando una de sus sonrisas llenas de amor.
-Gracias. ¿Podrían llamar a Mariana y avisarle que ya llegue por favor?- le pedí.
-Si claro yo le llamo enseguida- dijo mi mamá.
-Gracias- fue lo único que pude decir antes de subir las escaleras a "mi cuarto".
Lo único que puedo esperar de este viaje de parte de mis padres, es su amor y comprensión. Y eso es algo que me ha faltado en estos últimos días.
Lego al cuarto y abro la puerta, todo es igual a la última vez que estuve aquí. No tengo energías para nada, así que me acosté en una de las camas más cómoda en las que he dormido, y caí en un profundo sueño. Un sueño en el que todo era feliz y yo no tenía ninguna preocupación. Lástima que solo era un sueño.


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